Rasga mi boca

 Un crepúsculo que atisba

 y a mi morada extiende, 

con un perfume a sonrisa

 sobre ribetes nectarios

 donde sedes del gozo

 sobrevuelan espacios, 

sacian sus ánforas 

con rocío de flamas, 

cuyo fuego se aviva 

con la piel de mi carne 

cuando el ¡sí! me traiciona

 y rasga mi boca 

aceptando tus labios.

 Labro en el espejismo 

donde la imaginación

 se vuelve irrefrenable, 

voy en pista hacia los cauces

 con mis sueños nocheros

 de novia y amante. 

Me siento paloma 

 arriada de enveros

 portando en mi karma

 esa ansiedad ungida

 de insensatez embriagada 

soñadora de hechizos

 con poder de navegarte.

 Amo tus huellas

 hundiendo mi sombra 

como un mar penetrante

 al silbar de caracolas. 

Salinada en sus trémolos 

sofoco en los designios 

timbaleros de mi páramo, 

así me pueblan los aromas

 al tardar de tus andanzas.

 Alucino, soy rosa y azul 

abatible en tus mudas 

mezco en el cielo 

al parlar de unas alas.

 Entre aves caprichosas,

 tejo en sus plumajes

 el gemir de mi garganta

 y deseos anidados d

e tu amor clandestino

 con mi ansiedad de amarte. 

Me permito esa locura 

de dejarme amar

 reposada en la ceniza

 sobre un claustro de nervadas.

 Reposo en los brotes

 asida a tu tallo 

soñando en las nublas 

asfixiante, compulsiva, 

como una traviesa vestal

 en los prados de luna.

 Composición musical 

y piano de

 Elen Lackner