Juglar de mis sueños  

declamado

                                                          

Junto al perfume, mis besos

así libero reverberos del alma,

te labro en mil formas

como si fueras un  espejo

de cristales bicelados

en sus límites diablescos.

Busco el destino de un abrazo,

viril entalle, de abisales bureos;

labios circundantes

germinados en  tu boca,

con profundo enfoque certero

para adorarte como efigie

cuando la noche descienda

con su nueva oscuridad

y aluce las arias del amor

como deidad en cantinela

refugiada en tu aposento.

Soy un buril encendido

voy en pos del firmamento,

volátil, despuntada 

viajera en nubes de estío;

visto el azul en sus pliegos

y con alforzas bermejas, 

tramo un bouquet de lirios

al glisar las aspas del viento.

Me siento el pétalo invisible,

una llama delicada

flameando a merced de tu espera,

como una vívida zagala,

concebida entre pámpanos y adelfas.

Eres el hombre erudito

docto del tibio lenguaje

de mis poemas fluyentes,

misterio que engatusa mi vida,

tramados del cielo

de temporales eufonías,

sonido azulenco

vibrando en celosías.

Tengo la tonada ritual

que liba los versos

de tu apogeo divino.

Eres quien triza brocados

y extasía  mi destino,

un tibio juglar de mis sueños:

fausto yantar del paraíso.

Composición y piano

de

Elen Lackner