Quiero ser
de un brillante universo,
como un solitario Sirio
reflejándose en mi espejo,
con la magia etérea
de un eco deslumbrante,
rotor del amor
de sentires edénicos.
Te imaginé...
en un punto invisible
donde la luna transfunde
y vierte su color de amarilis,
prístino tintineo de azules,
con el brindis del aire
y fragancias del iris.
Y te ví...
sobre un vendaval
de brisar carmesí
entre muros de nieve
y rituales en gris,
fue mi espalda apetente
aluvión de tus ojos,
una auténtica mirada
de aguas tranquilas
descansando en los verdes.
Y fuí tuya...
con el sentir de mis labios
al vibrar de tu boca
con sus vuelos inquietos
en torvas de arias
y alas de mariposa.
Me siento...
entre cielos del alba
acurrucada y mendiga,
abrigada a tu tálamo;
un turbión de amatista.
Quiero ser... tu bálsamo,
celestial y cautiva,
una canéfora deslumbrada
abatible a tu inclinar
abrasada en fantasías.
Lumbre de tu invierno
viviendo en tu vida,
una lira ardiente
tu causal melodía
de pasión floresciente.
Composición musical
declamado y piano
de
Elen Lackner
Precioso poema , un placer pasear por tus letras , saludos
ResponderEliminarBellísimo poema Elen, llega al alma y en ella se queda, con infinidad de palabras escribes el testamento de tu amor, simplemente grandioso, sé que es afortunado el ser que te despierta tan bellos pensamientos, gracias por abrirnos los ojos a tus cosas ante las que estábamos ciegos, hermoso, sigue escribiendo me gusta leerte, eres ingeniosa y versátil, sigue cultivándote.
ResponderEliminarJuan Piera